Alas contra cuernos
Dicen que hace mucho tiempo, más bien milenios, un diablillo aburrido se puso a jugar utilizando a las estrellas como si fueran dados. Debido a que con cada tirada alteraba la armonía del universo, un ángel le dijo:
-¡Detente, espíritu inquieto! ¿No ves que con tu juego estás causando el caos?
-Si me ganas lo haré -le respondió el diablillo-, pero no será gratis: tendrás que apostar tus alas contra mis cuernos.
No voy a retenerlos alargando la historia con detalles innecesarios. La verdad pura y simple es que el ángel perdió, entregó las alas y cuando se resignaba a llevar los cuernos, el diablillo desapareció, llevándose alas y cuernos. Por eso nosotros, los seres humanos, descendientes de aquel ángel, somos así...