La queja
esa queja que lames
esa soga
que inventaste cuando en la aurora
se secaron los pétalos del alma
cuando las ilusiones vengativas
/ las comparaciones
destrozaron ese amor extraño
esa fe
agotando el pozo profundo
que no llegaste a conocer del todo
ahora caminas sobre tus cristales rotos
sobre el filo de tu queja
que no es otra cosa que la cáscara del sueño
que te atreviste a tocar
entregando aquello que no merecías tener
vitaminas y minerales
esa calma dulce que no retorna
la verdad única
sincera mentira
por la que el mundo tiembla y cruje
que te hizo volar
hasta la tierra donde se pierde la razón
el lago de aguas dulces
en el que se ahogan todos los perfumes