La tempestad

quería encontrar su identidad
y pensaba
más bien soñaba
que cada verano estaba
al alcance de su mano
en el alboroto
en el sudor
la urgencia del cuerpo
la brillantez de lo sólido
esto es la vida
dando vueltas sobre sí mismo
sobre este y aquel
y para engañar el centro de su vacío
cantaba
/ una pera dos peras
a la pera loca
desgarrado
al rato los perros ladraron
en el parque San Julián
la última tempestad
derribó un árbol
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En imagen: rincón del parque San Julián de Cuenca después de la tempestad. Fotografía del 6 de julio de 2025, 12:27 pm (detalle), cortesía de María Serrano Lagunas.