La ventana
se despertaba a disgusto
porque no era agradable
lo que leía en su piel
entonces quería
que alguien la leyera en tono amable
a sorbos
con fantasía desbordante
sentado para desayunar
con más tristeza que hambre
intentó comprender
pero su mente se fue convirtiendo
en un amargo libro de autoayuda
/ sin caer en cuenta
que lo único que tenía que hacer
era abrir la ventana
respirar hondo
y mirar la cordillera