En torno a As Palavras de Rubel
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Rubel quiere hacer historia con este disco. Y sabe que la historia nunca se hace solo.
Se ha rodeado de muchísimos músicos. De muchísima gente.
Ha recorrido Brasil hasta lo fronterizo, lo mestizo, la mixtura.
Ha jugado con todos los sonidos desde lo obvio hasta lo inesperado.
El disco se llama las palabras pero debería llamarse los sonidos.
Ni siquiera canta siempre exactamente bien. Le debe algo a Posso Dizer. Puedo afirmar que él sabe cantar mejor esa canción. Pero da igual. En el fondo da igual. Porque suenan los vientos. Los graves. Las cuerdas elegantes.
Ana Caetano es una de esas personas que una quiere tener cerca.
Lo de Tim Bernardes no tiene nombre. Lo que han hecho juntos en este disco es mejor que muchos discos enteros. Ese dramatismo sencillo. Ese ritmo mágico. Qué fácil parece siempre lo bueno y qué difícil es.
Acaba el vol.1 y tengo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no poner Grão de Areia. Ya sabía, incluso en los rácanos avances del disco, que esa iba a ser de las importantes para mi. Otra vez Ana Caetano.
El Forró violento me trajo a la cabeza al Nómada y a mi bailando en aquel garito tan raro que era una falsa casa colonial con un falso patio de falsa madera falsamente lujosa. Odiaba el forró hasta aquella noche.
No he leído Torto Arado. Tal vez nunca lo haga. Da igual. Luedji Luna parece haber venido de los orígenes de la música brasilera a cantar esta canción. Tiene 35 años. Un grammy latino. Una cosa en la garganta.
Luego llega Liniker, que hizo historia antes de que este disco que quiere pasar a la historia existiese. Liniker es una mujer trans y odio tener que escribir esto. Pero sigue haciendo falta insistir en que la gente trans existe y hace arte o lo que sea que quieran hacer. Y tiene los mismos derechos que cualquiera.
Jugar a decir qué forma tiene la luna en el cielo es algo que me gusta. La luna, alguna veces, es una botella que nos mira a ambos lados del Atlántico.
Probablemente él me contradiga pero Na Mão do Palhaço es la canción más Rubel del disco. Probablemente dentro de unos años me daría la razón aunque sea para sus adentros. Como cuando uno entiende que no había entendido bien una película. O tal vez pase al revés esta vez. Quién sabe.
Pero es tan bonita, tan desde dentro, aunque cuente algo aparentemente desde fuera que...
Y Doutor Albieri es quizá donde me gustaría que él fuese si dependiese de mi. Si no supiese de sobra que esto no funciona así. Que la magia de Rubel es justo ese probar por todas partes, de todas las formas, ese experimento permanente, ese querer hacer historia. No me gusta su pelo rubio decolorado y sin embargo su pelo rubio decolorado es parte importante de este disco de una forma interesante.
Igual sin eso no podría oirse la piel de los dedos y de las palmas en las membranas. Percusiones encima justo del bajo.
Dora canta muy bien siempre. También a Luiz Gonzaga. Mas forró.
Forró lento. La risa. Una tarjeta en el bolsillo de mis vaqueros.
Teu toque certero.
Probablemente cuando haya escuchado docenas de veces cada canción escriba algo totalmente distinto. Pero me gusta mucho hacer esto con los dedos mientras suena alguna música por primera vez. La imagen del mercurio denso y líquido sé seguro que estará unida a este disco. Pase lo que pase.
Sé también que Grão de Areia es ya una de mis sambas lentas favoritas. Y que la voy a volver a poner justo después de este punto que no es final.