Crónica de una vida anunciada

Cuadernos

Estoy pensando que escribo mucho en cuadernos. Desde hace una año con pluma, nada muy lujoso, y además tengo solo una.

El último que he comenzado ha sido para intentar volver a escribir esas “morning pages” y voy a estrenar uno que me encanta, es un Midori, japonés, muy minimalista, con su cubierta de parafina translúcida. Me encanta, lo tengo desde hace un par de meses, pero no le había encontrado ocupación aún.

Finalmente he pensado que será un cuaderno de ideas para letras de canciones. Como es pequeño, lo puedo llevar siempre en algún lugar, y las fuentes de los textos que escriba en el cuadernillo serán cosas aleatorias, revisiones de mi diario donde a veces encuentro frases que extraídas del contexto son muy interesantes, y relecturas de las páginas matutinas, que generan cosas imprevisibles… debo decir.

Mi diario es bastante curioso, porque lo comencé hace 25 años en Word, luego lo pasé a Pages cuando comencé a usar un Mac y luego lo pasé a Day One, que es una aplicación de Mac y iPhone. Lo útil de tener un diario digitalizado es que puedes buscar, puedes etiquetar y puedes consultar efemérides. Es además una memoria emocional y contradictoriamente bastante objetiva, o más que la memoria normal. Yo puedo volver a un punto de los últimos 25 años y saber que pensaba entonces. No mucha gente puede.

Por otro lado, puedo ver el número de entradas de cada año, y he encontrado un patrón, los años de crisis tienen muchas más entradas en el diario, y de hecho ahora decido si un año me ha ido bien o mal si el número de entradas se mantiene por debajo de cuatrocientas.

Top de años de crisis: