La página en blanco
Ya comencé el curso sobre escritura de canciones.
Gente muy heterogénea en la clase, desde luego, y con gustos musicales muy diferentes.
Yo soy un teórico. He leído muchas cosas sobre música, creatividad y composición, he hecho cursos presenciales y online de diversas habilidades musicales, pero no lo suelo poner en práctica. Visitando obviedades, seguro que puedo sospechar que tengo miedo de no tener talento, o quizás podría decir que soy un perfeccionista, que es una justificación mucho más de entrevistas de trabajo, ya sabes, sueltas algo que podría ser una virtud, como si fuera un defecto.
Bueno, para el caso, es que es complicado. Los deberes de la primera clase son escribir una canción. Algo haré, claro, pero por el momento me he dado cuenta de varias cosas al enfrentarme a una canción como encargo:
- Has de hacer una definición de “hecho”. Yo he decidido que será una demo acústica. Nada de producir ni complicarme la vida.
- Yo tiendo a hacer la estructura y acordes y luego melodía y letra. Cuando el encargo tiene como base un tema, te obliga a pensar primero en la letra y el tema… y la escala o la naturaleza de la canción tendrá que ir alineada.
- ¿Como hablas de algo personal en una letra sin que eso genere, pudor, verguenza… llamalo como quieras? Pues con capas de abstracción progresivas: Cuando re-escribes lo mismo varias veces, se va generando una coraza de significados entreverados.