Lanza el dodo

Alhambra

Hola, hoy hablaremos de Alhambra. Tal vez la recuerden por ser una marca de cerveza, el antiguo nombre de un festival de música o un monumento nombrado Patrimonio de la Humanidad. Antes de la invasión de turistas en la ciudad de Granada, antes de AirBnB y despedidas de soltero, pero después de la invasión de escritores románticos, se produjo una invasión de señores alemanes diseñadores de juegos con losetas cuadradas. Quizá algunos se descubran en las obras de la ampliación de la línea de metro, motivando que los arqueólogos del futuro se pregunten el porqué de esa estética triste.

En Alhambra, cada jugador competirá por ser quien mejor haga un complejo monumental arquitectónico, que, como todos sabemos, se cuenta por puntos. Dispondremos de una mano inicial de cartas de distintos valores y cuatro posibles colores, que representará nuestro dinero, siendo cada color una de las divisas. Además, existirá un mercado con cuatro puestos, uno asociado a cada color de divisa, en el que se irán colocando losetas de edificios (de 6 tipos). En nuestro turno, podremos tomar o bien una carta o bien más cartas de dinero siempre que sumen menos de 6, o bien comprar edificios con cartas de nuestra mano. Si compramos un edificio con la cantidad justa de dinero (puesto que no recibiremos el cambio), podremos hacer otra acción. Al finalizar el turno se repone el mercado, tanto de cartas de dinero como de losetas de edificios. En tres ocasiones a lo largo de la partida se realizará una puntuación, otorgando puntos según quién posee un mayor número de cada tipo de edificios.

Dirk Henn, el Washington Irving de los juegos de mesa

Además, existen ciertas restricciones a la hora de colocar las losetas relacionadas con que los edificios pueden estar rodeados de murallas, y solo podremos poner edificios conjuntos si comparten la existencia o no de muralla en el lado en común. Con esta mecánica, también puntuaremos por la longitud de nuestra muralla, con lo que se fomenta aumentar tu construcción de manera diagonal para aumentar el número de murallas en los bordes, puesto que también las cartas sin bordes (que restringen menos a la hora de construir) son generalmente más caras.

La sensación general es que nunca hay carta ni loseta que te venga bien, porque es importante pagar con el dinero exacto para poder realizar una acción extra. Si se da el caso, puede que estés apostando demasiado fuerte por un tipo de edificio, con lo que estés malgastando recursos buscando una mayoría ya asegurada. Conforme avanza el juego, tendrás que preocuparte también por las losetas que aún puedes poner, con lo que deberías haber previsto alguna salida con losetas abiertas por los cuatro lados que te permitan expandir tu Alhambra. Que pierda en BGA consistentemente significa que no hay tanto azar como podría parecer, y que quizá sea necesario también contar las cartas de cada divisa que faltan por salir para estimar la probabilidad de hacer un buen combo, o los edificios que faltan por salir para pelear o no por la mayoría de cada tipo.

Tags: #boardgames