Clans of Caledonia
¡Oh, Escocia! Cuna del whisky, el golf y Adam Smith. Prados verdes como los billetes que ansiarás amasar. Bueno, aquí el dinero está aún en monedas, pero ya tú sabes.
Al tartán y al whisky, whisky
Este es un juego estratégico en el que buscarás cumplir distintos objetivos mediante la colocación de infraestructuras y comercio de bienes. Tremenda pereza, pensarás. ¿Y si te digo que eres un clan escocés que tendrás vaquitas y podrás hacer una fábrica de quesos para manipular el mercado mediante la venta y compra de whisky que cambiarás por tabaco? Pues no parece que sea un juego con el visto bueno del ministerio de Garzón.
Destilada (jeje) la esencia del juego, volvamos a la superficie. En concreto, a la superficie sobre la que jugaremos: un mapa hexagonado con lagos, ríos y montañas, donde cada hexágono tiene un coste asociado a su colocación. En tu turno podrás o colocar una infraestructura (trabajadores, ganado o fábricas), intercambiar bienes por dinero, afectando al precio que encontrarán dichos bienes los demás jugadores, mejorar las capacidades de tu clan o reclamar o cumplir contratos. Todo esto cuesta dinero, que es el combustible que hace que el juego se mueva. Mientras tengas dinero, podrás seguir haciendo cosas. Cuando quieras, podrás parar para prepararte para la siguiente ronda, recibiendo una recompensa económica y escogiendo orden de turno.
Una vez que todos los jugadores han finalizado sus turnos, se realiza la fase de producción. Las ovejas producen lana, leche las vacas y trigo los campos, pudiendo transformar la leche en queso y el trigo en pan o whisky si tenemos las fábricas necesarias, y nuestros trabajadores nos aportan su plusvalía. Después, se consiguen puntos en función de ciertas condiciones. Tras cuatro rondas, se puntúa adicionalmente el función del número de asentamientos que tenemos, el número de contratos cumplidos y las mercancías conseguidas con los contratos.
¡Rápido, pedid un deseo, un juego estratégico en el que las acciones tienen bastante lógica! Una lógica capitalista, pero coherente. Además, siempre puedes centrarte en hacer queserías y vender lana, sin sacrificar a tus animales para cumplir contratos. De esta manera seguramente no ganes, pero sí te quedarás con una cierta sensación de desarrollo, y siempre pensarás que con un turno más o unas cuantas monedas ya podrías haber montado un emporio comercial en las Tierras Altas de Escocia.
- Sensación de estar en Escocia: ★☆☆☆☆
- Sensación de ser un antepasado de McDonald: ★★★★★