Cuerdas
Las cuerdas poseen un olor particular, arrimate y percibilo. El sonido que produce el equipo de escalada desata una andanada de sensaciones y recuerdos muy intensos. Esos sonidos son llaves del espíritu, son exactas combinaciones que abren recuerdos y más que recuerdos, precisos sentimientos. Ni que hablar del sonido de los grampones al hundirse apenas en la nieve dura de la madrugada. Eso trae recuerdos no solo de personas y momentos, sino de espacios y colores, la noche, las lejanas estrellas, el aire helado que entra a los pulmones, la agitación de los primeros pasos por el glaciar que se empina. La cuerda que nos une al compañero y que todavía no logramos dejar de pisar, las linternas alocadas en la noche.... y el silencio que silba por aquel filo recortado de estrellas y oscuridad