Escritos profundos, reales o imaginarios, pero honestos

EL DESPIDO NO ES EL FIN DEL MUNDO

Con mucho orgullo les presento mi trabajo de doce meses, cargados de incertidumbre, inestabilidad, confusión pero encontrando al final del túnel, la luz de Dios. Precisamente el día de hoy, 13 de abril, cumplo un año de haber sido despedido. Todo lo bueno y lo malo sucede por alguna razón, siempre buena, porque Dios mira las cosas más allá de nuestros torpes sentidos.