Escritos profundos, reales o imaginarios, pero honestos

¿Pan o Libertad?

Tuve un sueño.

Yo era un ave, una lorita, enjaulada. Dormía cubierta por una sábana para evitar la luz y la lluvia.

En la mañana mi amo me daba una tacita de semillas de girasol, y agua.

Ya las 6 de la tarde, colocaban la sábana sobre mi jaula.

Cada noche, un gato rondaba la jaula, moviendo la cola, con una mirada desafiante, o hambrienta, no sé.

Un día, la puertecita de la jaula quedó mal cerrada, casi entreabierta, lo cual fue aprovechado por el gato, color negro.

Sucedió lo que iba a suceder, el gato abrió la puerta de la jaula con la punta de una uña y asomó su cabeza dentro de la jaula. Empecé a mover mis alas fuertemente, y a chillar, como lo hacía cuando presentía una amenaza. Pero mis amos estaban profundamente dormidos.

Sin embargo, el gato tenía el don del habla, y me dijo: ¿Qué quieres? ¿Pan o la libertad? No vine a matarte, sino a que tú decidas el destino que quieres.

A lo que le contesté, tratando de controlar mi adrenalina: Gato, el pan lo tengo, cada mañana mi amo me da abundantes semillas de girasol. Libertad no la tengo.

El gato me contestó que la libertad también implicaba un enorme riesgo.

Lora, ¿sabes que al salir de esta jaula, otros gatos podrán atraparte y matarte?

El gato dijo: Yo soy un simple enviado de Dios, te doy esas dos opciones, a ver cuál decides escoger.

Yo, la lora, enjaulada desde hacía más de cinco años, le dije: está bien, gato, escojo la libertad, no me importa si esa libertad dura solamente un segundo.

Dicho esto, el gato se hizo a un lado, y dejó abierta la puertecita de la jaula, y me dijo: sal, sal rápido, tienes poco tiempo.

Batí mis alas con fuerza, respiré un poco y salí, volando, impulsándome hasta el techo de la casa de mi amo.