Escritos profundos, reales o imaginarios, pero honestos

Una reflexión para #Navidad 2020

Caminaba hace poco por el mercado municipal, y admiraba las frutas y los vegetales de todos los colores, especialmente el rojo y el verde, colores típicos de #Navidad. Observaba la espera ansiosa de los vendedores de abarrotes, el esfuerzo de los cargadores de bultos por conseguir clientes y el barullo del gentío.

Pensé que todo este ajetreo se repite una y otra vez hasta que aqueja el aburrimiento cíclico, el hastío, sin embargo, pronto me digo, esto es pasajero, es solamente un día. Y mañana regresa la calma.

Observo el humilde pesebre que instalé en la entrada de la casa y llego a la conclusión que Navidad no es para regalar, ni para comprar ni para comer. Jesús vino al mundo humildemente, en un establo o una posada porque ya no había lugar para ellos.

Muchos de nosotros, ya no tenemos cabida en esta gran aldea, en este inmenso establo porque el sistema económico nos ha dejado sin un lugar en el mundo. Y tenemos que acomodarnos con lo que hay, con lo que podemos utilizar. El sistema que alienta el consumo y el descarte odia a los que no pueden comprar, por ese motivo el #2020 ha sido desastroso porque desbarató el crecimiento económico y la burbuja de prosperidad se reventó en un dos por tres.

Navidad es humildad y una lección, saber adaptarnos a las circunstancias así como José y María lo hicieron hace 2 milenios, y en medio de ellos un bello niño, precioso, enviado por Dios para nuestra salvación. De nosotros depende si lo tomamos o lo dejamos.

Feliz Navidad 2020 a los hombres y mujeres de buena voluntad.