leo, escribo, extraigo ideas, pienso (no siempre bien) y comparto lo aprendido

En el principio era Senge

Aunque a Pablo no le gusten los reconocimientos (mucho menos si son públicos) siempre digo que a él le debo enseñarme a leer, escribir, aprender y pensar. Una minucia de nada. Una reconversión personal y profesional en toda regla que comenzó hace casi diez años cuando entré a formar parte de Spines.

Caí en el equipo arrastrando el pensamiento lineal y simplón de un cerebro licuado después de haber pasado unos años para olvidar en una gran empresa. Pablo se convirtió, además de un sensei de facto, en mi suministrador fundamental de libros.

Puso pronto a trabajar mis neuronas con La Quinta Disciplina: El Arte y la Práctica de la Organización Abierta al Aprendizaje, de Peter M. Senge. Un libro que me ayudó a localizar esos modelos mentales grabados a fuego que influyen sobre nuestro modo de percibir y comprender el mundo y, por tanto, sobre nuestro modo de actuar en él.

En la foto podéis apreciar lo machacado que está. Ha hecho muchos kilómetros, visitado unas cuantas organizaciones y sufrido lecturas, relecturas, subrayados, dibujos y anotaciones.

Una disciplina es una senda de desarrollo para adquirir ciertas aptitudes o competencias. Senge habla de cinco disciplinas que necesitan desarrollarse como conjunto. El pensamiento sistémico es la quinta disciplina, la disciplina que integra las demás disciplinas, fusionándolas en un cuerpo coherente de teoría y práctica.

El pensamiento sistémico es un marco conceptual, un cuerpo de conocimientos y herramientas desarrolladas para que los patrones de cambio nos resulten más claros y nos ayude a modificarlos. El pensamiento sistémico requiere de las otras cuatro disciplinas:

  1. La construcción de una visión compartida alienta el compromiso a largo plazo.

  2. Los modelos mentales desnudan las limitaciones de nuestra manera de ver el mundo. Otro día reseñaré Liminal Thinking, de Dave Gray, cuya tesis central es que las creencias modifican la percepción y su libro nos enseña a actuar sobre esas creencias de manera eficaz.

  3. El aprendizaje en equipo desarrolla las aptitudes de los equipos para buscar una figura más amplia que trascienda las perspectivas individuales.

  4. El dominio personal alienta la motivación personal para aprender continuamente cómo nuestros actos afectan al mundo.

Senge explica también en su libro, con abundancia de ejemplos y siempre didáctico, las 7 barreras del aprendizaje, las 11 leyes de la quinta disciplina, arquetipos sistémicos o los principios y prácticas que hay tras las disciplinas.

Concluyo con una cita de Arie de Geus, mencionada en el libro: “La capacidad de aprender con mayor rapidez que los competidores quizá sea la única ventaja competitiva sostenible”