leo, escribo, extraigo ideas, pienso (no siempre bien) y comparto lo aprendido

Las noches difíciles

Hace algunos años Tzi me regaló este tesoro de Dino Buzzati. Un libro de relatos que me atrapó como me atraparon los de Borges. Bajo la foto copio un par de ellos, breves. Los he escogido porque reflejan lo que pienso de la educación y el trabajo, sin dar la chapa. Simplemente con sendos relatos mágicos. Buzzati sabe contarlo con esas fantasías que se sienten reales cuando las lees.

EL TALENTO DESPERDICIADO

Si entre los millares de animales que diariamente se llevan al matadero hubiese un cerdo o un ternero dotado de inteligencia colosal, semejante, si no superior, a la de Platón, Leonardo da Vinci o Einstein, ¿cómo haría para revelárnosla y así salvarse? ¿Cómo podríamos nosotros enterarnos? Preso en un establo desde su nacimiento, desprovisto totalmente de adiestramiento e instrucción, sin la posibilidad siquiera de aprender los rudimentos de nuestra lengua, como para en su caso imitarla con gruñidos, mugidos o demás. Y los rudos hombres encargados primero de su crianza y por último de su muerte tampoco están capacitados para advertir sus mínimas señales (golpeteo regular de las patas, lamentos acompasados, gestos de súplica) con que el genial cuadrúpedo quizá haya pedido y pide piedad. Maravillosas luces de la naturaleza que, de descubrirse y atenderse, podrían enriquecer y quizá salvar al mundo, son así mísera y brutalmente destruidas.

EL JEFE

Es directivo de una gran industria, ha cumplido los sesenta. Todas las mañanas se levanta a las seis, sea verano o invierno, a las siete está ya en la fábrica, donde permanece hasta las ocho de la tarde o más. Hasta los domingos va a trabajar, aunque el establecimiento y las oficinas estén vacíos; pero una hora más tarde, lo considera casi un vicio. Es un hombre serio por excelencia, raramente se ríe, nunca se ríe. En verano se concede, aunque no siempre, una semana de vacaciones en la villa a orillas del lago. No conoce debilidades de ningún género, no fuma, no toma café, no bebe alcohol, no lee novelas. Tampoco tolera debilidades en los demás. Se cree importante. Es importante. Es importantísimo. Dice cosas importantes. Tiene amigos importantes. Sólo hace llamadas telefónicas importantes. Hasta sus bromas en familia son muy importantes. Se cree indispensable. Es indispensable. El cortejo fúnebre partirá mañana a las 14:30 desde la casa del difunto.