Magnolias

Aveces nos topamos con situaciones que nos dejan totalmente sorprendidos y nos cuestionamos, “¿será que si estoy haciendo algo valioso con mi vida?”. Esta pregunta no tiene edad. Algunos se la hacen a los 18 años, otros a los 40, pero tienen algo en común, todo empieza por un vació en alguna parte de nosotros.

Es difícil saber en donde esta ese vacío. ¿Será emocional? ¿Será profesional? Recurrimos a buscar todo tipo de información y pensamos que la vida de otros nos hace ver pequeños, diminutos. Comenzamos un ciclo de odio interno y de preocupación, ansiedad, apuro.

En mi caso, llevo un tiempo haciéndome esta pregunta. Llevo buscando el significado a la utilidad de mi vida, a cual debería ser mi objetivo, en qué debería estar gastando mi tiempo y a donde tendría que estar dedicando recursos tanto mentales como emocionales. Quiero dejar una huella en el mundo, pero no estoy haciendo nada para dejar una huella en mi.

Pensé por un tiempo en hacer una aplicación que revolucionara el mundo y me trajera satisfacción, dinero, fama… pero a pesar de lo mucho que me encanta programar, codificar y matarme la cabeza en hacer que alguna función retorne el valor que deseo, la cruda verdad es que preferiría vivir de otra forma o alcanzar esa meta por otro camino. Luego surge la pregunta, ¿acaso esa es la última meta? ¿acaso, el dinero, fama, es el pilar al cual todo ser humano desea llegar? Para mi es una pregunta que tiene diferentes puntos de vista y respuestas.

El dinero es un medio para lograr cosas, si, pero es el último medio para ser feliz, no. Creo que la tecnología nos ha hecho bastante vulnerables dado que tendemos a pensar en obtener dinero para adquirir mejor tecnología, vivir más cómodos y estar más tranquilos.

¿Cuál era el sueño de hace 200 años? Me imagino que tener una familia, una casa donde vivir, buena salud. ¿Hace 400? ¿Hace 800? ¿Será que la felicidad tiene que ver con sentirse realizado o sentir amor propio? ¿Es lo mismo?

Aveces me siento con cierta capacidad de filosofar sobre temas que desconozco o simplemente y hablando en términos más criollos, tengo una buena parla. Aveces siento que cuando se trata de dar buenos consejos o simplemente ayudar a los demás, tengo *algo, que me hace especial*, pero no logro ejercer eso sobre mi propia persona. ¿Será que mi propósito es servir y mi forma de llegar a un sentido de felicidad, realización, es a través de ello?

En épocas donde el individualismo prima, ¿habrá espacio para ofrecer un hombro amigo?